La langosta con el Moët me repite

Me estoy poniendo de langosta hasta el culo. Ayer, mientras le comía la cabeza a una- bien roja, bien fresca- escuchaba una conversación que mantenían un tipo, al que le tengo visto de alguna junta de accionistas, y otro, al que no he visto nunca. La charla era de lo más edificante y constructiva

-Este Obama se creía que iba a hacer lo que le mandaba el pueblo. Si será gilipollas. Después de las legislativas fuimos y le dijimos: oye, a ver si te acuerdas quién ha puesto los 3 ooo millones de dólares para tu propaganda televisiva: Nosotros, los de la British Petroleum, y esos, los de las empresas agrícolas que se juegan los cuartos en la bolsa de Chicago.

El otro le dijo

-¡No jodas! ¿Y no es eso ilegal?

-¡Qué va!. Si la Corte Suprema dictaminó que las corporaciones económicas tenemos los mismos derechos que los ciudadanos

-Está bien saberlo. Espera, voy a hacer un par de llamadas, que dentro de poco hay elecciones en España

Y así.

¡Brruppp! Perdón, es el Moët, que con el marisco me repite.

RETRETA
Que quiten cuatro camastros y me instalen un Jacuzi.